Acabábamos de llegar a Santander después de conducir 4 horas (bueno sólo uno, los otros 2 vinieron en avión los muy princesos) y sin pasar por el piso ni nada directos que fuimos al room. A eso se le llama pasión por tu afición 😂. Algún que otro comentario de la ruta por aquí, un poco de elucubración sobre la sala por allá y…¡ya era la hora!
Con la precisión milimétrica de un reloj suizo, llamamos a las 19:00 en punto al timbre. En breve estamos dentro de una cómoda aunque corriente recepción. Pero esto sólo era la presentación, pronto nos encontrábamos en el juego y ¡qué bonito comienzo! No esperábamos una ambientación tan currada en una sala con tanto tiempo.
Nos enteramos de nuestro destino, viajamos a él, resolvimos una serie de problemillas en el transcurso de la historia y cuando nos quisimos dar cuenta…¡puff! Ya estábamos en el presente de nuevo. Habíamos vivido un muy buen viaje los 3, y salimos con un buen sabor de boca. Se notaba que era la primera sala, pues fuimos tranquilamente jugando y nos faltaba engrasar un poco, porque salimos con 3 minutillos y medio sólo.